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CONTROL DE CALIDAD


 

Para garantizar a nuestros clientes un producto de calidad contamos con estrategias de control efectivas en diferentes puntos, iniciando con un laboratorio de catación donde valorizamos cada uno de los cafés que ingresan a la planta de procesamiento y se clasifican de acuerdo a su calidad y certificación, de igual manera poseer un equipo de tecnología europea elaborado en Dinamarca perfectamente diseñado en flujo continuo, el cual garantiza una excelente selección del producto asegurando inocuidad, calidad y eficiencia siendo así más competitivos.

Laboratorio de catación: el laboratorio está suministrado con todo el equipo profesional necesario para realizar un análisis preciso de los cafés e identificar sus atributos y la calidad del producto contando con catadores profesionales y de experiencia y certificados con licencia Q greader y cinco estrellas garantizando un producto de calidad que cumpla los estándares de calidad internacional y lo requerido por cada uno de nuestros clientes.

CATACIÓN


 

Considerando que el proceso catación es uno de los más importantes, puesto que es el área encargada de inspeccionar, manejar y controlar la calidad en cada uno de los procesos para evitar errores que repercutan en la calidad del producto y por ende su valor en el mercado.

Es por ello que COAGRICSAL cuenta con el equipo y personal altamente calificado con muchos años de experiencia en el rubro, para garantizar calidad y consistencia en nuestros productos.

En este departamento se realizan los análisis siguientes:

  • Análisis Físico (café verde)
  • Análisis de tueste (café tostado)
  • Análisis Sensorial (degustación)

Cata de Cafés Especiales

Aroma

Un buen bebedor de café, al igual que un catador de vinos, antes de mojar los labios en el café, aspira su aroma. El aroma nos anticipa el sabor del café. Lo que saboreamos está determinado por lo que olemos. Con el olfato el paladar gana en variedad y matices.

Acidez

La acidez es una característica deseable en el café, que no debe ser confundida con lo agrio o amargo. Es la propiedad vivificante y limpiadora del paladar. Se experimenta en la sequedad que el líquido produce en los bordes de la lengua y en la parte de atrás del paladar, y le da a su sabor cualidades marcadas, vibrantes e individuales. Sin suficiente acidez, el café tiende a ser plano.

Generalmente la acidez del café varía conforme la altura del terreno en el que crecieron los granos, a mayor altitud niveles más altos de acidez. También influyen el proceso de secado, los que utilizan el método húmedo son más altos en acidez, y el tostado, el grano llevado a un color más oscuro pierde acidez.

Cuerpo

El cuerpo se refiere a la consistencia y permanencia del café en la boca, a la viscosidad, peso y grosor con que es percibido en la lengua. Esta característica está relacionada con los aceites y las sustancias que se extraen durante el tratamiento del grano. Puede oscilar de ligero a fuerte o intenso.

Sabor

Se refiere a la impresión general de aroma, acidez y cuerpo. La acidez, el aroma y el cuerpo dan forma al sabor del café. Es la relación entre estos tres factores la que hace un determinado café más o menos agradable. Las características típicas del sabor son: riqueza, gama, complejidad y balance.

La riqueza describe una plenitud interesante y satisfactoria. La gama se refiere a la concentración de las notas distintivas en relación con la complejidad, y ésta se refiere a las posibilidades del café que se revelan en distintos momentos de la degustación con una sensación final de equilibrio. El balance es otro término difícil, debe tener suficiente complejidad sin que una característica abrume a las demás.

Retrogusto

El final o retrogusto es un término relativamente nuevo en la cata de café. Traído por los conocedores del vino, en él se describe la sensación inmediata después que el café es tragado. Algunos cafés se desarrollan al final, cambiando de manera agradable. Un tono picante puede moderarse y virar a cacao o chocolate en el acabado, o un matiz demasiado seco puede endulzarse al final.

Cualidades

Brillo, sequedad, agudeza, acaramelado, achocolatado, delicado, terroso, fragante, frutal, floral, maduro, dulce, salvaje, almendrado, picante: todos estos términos son apropiados para referirse a lo que es deseable en un café.

Amargo, muerto, sucio, plano, graso, agrio, delgado, duro, fangoso, rancio, áspero, gomoso, aguado, en cambio no hablan bien de una taza de café.